Dhayana Fernández Matos, investigadora del grupo ‘Estudios de Género, Familias y Sociedad’ de la Universidad Simón Bolívar, hizo un estudio sobre la discriminación que en Venezuela padecen mujeres con VIH/Sida en distintos ámbitos de la vida diaria, tal como la exclusión laboral.
‘Doblemente discriminadas’ es el nombre del análisis, que expone la situación de las mujeres con VIH/Sida en Venezuela. La estigmatización de pacientes supera el hecho de saberse portadoras de un virus que compromete sus vidas: compromete el ejercicio de sus derechos humanos.
Para Fernández, el contexto social y económico de Venezuela, no favorece el bienestar de mujeres que padecen una enfermedad que ha cobrado la vida de 35 millones de personas en el mundo.
“Los derechos humanos de las mujeres con VIH son violados cotidiana y sistemáticamente, son discriminadas por ser mujeres y por tener VIH, configurándose situaciones de exclusión y de vulnerabilidad que requieren la intervención del Estado para intentar erradicar las desigualdades que el sistema social genera”, alerta la investigadora de Unisimón.
Vulnerabilidad y poco conocimiento
Al elaborar su trabajo, Fernández Mattos encontró los estudios que abordan el aumento de la cantidad de mujeres con VIH/Sida en Venezuela, son pocos. Las investigaciones, por el contrario, se han centrado en hombres y algunas en trabajadoras sexuales y personas con adicción al consumo de estupefacientes.
“En general, el caso de mujeres ha sido poco analizado, siendo insuficiente la información acerca del acceso a los servicios, las situaciones sociales de discriminación y exclusión”, dice en su artículo, publicado en la revista Cuestiones de Género de la Universidad de León (España).
Para el estudio fueron entrevistadas 11 mujeres residentes en Lara, Zulia, Aragua y el área metropolitana de Caracas, cuyos testimonios evidenciaron lo difícil que les resulta incorporarse al mercado laboral o mantenerse en un empleo, dado su estado de salud.
“Algunas compañeras decían que no podían trabajar porque en el certificado de salud aparece el diagnóstico de VIH, ahí ya es una limitante”, manifestó una. “Yo no es que no quiera trabajar, yo he querido en empresas y cosas así, y cuando dicen ‘tienes que hacerte unos exámenes’, uno se cohíbe porque le van a detectar el VIH y a lo mejor tienes el potencial de trabajar, pero no puedes, no más por esa condición”, expresó otra.
Con base en las historias recogidas por Fernández Mattos: la realización de la prueba de VIH para el ingreso o controles anuales es una práctica recurrente y ocasiona la exclusión de las personas cuyos resultados resulten positivos.
“La discriminación en el empleo es una de las mayores preocupaciones de las mujeres con VIH, quienes en ocasiones tienen que dedicarse a la economía informal, trabajando en condiciones precarias, lo que profundiza su vulnerabilidad”, concluyó.