El Ministro de Salud y Protección Social, Juan Pablo Uribe Restrepo acompañado de representantes del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y gobernantes seccionales y locales del Chocó y Nariño, entre otros, firmaron un pacto a través del cual se comprometieron a implementar la Iniciativa Regional para la Eliminación de la Malaria de Colombia.
Según el Ministro de Salud, para desarrollar esta estrategia el Gobierno nacional priorizó 12 municipios del Pacífico que tienen el 60 por ciento de los 60.000 casos de malaria que anualmente, en promedio, se reportan en el país.
Ellos son Atrato, Bagadó, Juradó, Acandí, Medio Atrato, Lloró, Quibdó, Unguía, Riosucio y Rio Quito, en Chocó; el distrito de Buenaventura (Valle del Cauca), y Tumaco (Nariño).
Durante lo que va de 2019, han sido reportados 12.828 casos de malaria. En todo el 2018 fueron 62.141.
Con la implementación de la estrategia, señaló el Ministro, se le da todo el realce a la lucha contra la enfermedad, que tiene una alta carga social, y por ello el Gobierno nacional la priorizó como factor de inequidad.
Dijo que también permite focalizar los esfuerzos en los municipios afectados y concentrar intervenciones técnicas efectivas.
“Con el apoyo del BID, la OPS y fundaciones mundiales, estamos trayendo al país el programa de eliminación de la malaria, que ya ha sido probado en otras naciones y que nos permite reunir esfuerzos y trazarnos un plan integral que tiene como meta erradicar esta enfermedad en municipios específicos donde se concentra la carga de la malaria”, dijo Uribe Restrepo.
“Con este aprendizaje, los recursos y conocimientos, vamos a fortalecer el trabajo del Programa Nacional contra la enfermedad en todo el territorio, donde es importante lo que se haga en la Orinoquía, la Amazonía y la frontera con Venezuela, donde la malaria es determinante”, agregó.
El Pacto para la Eliminación de la Malaria, en el que se invertirán inicialmente cerca de 30 mil millones de pesos –de los que 7.500 millones son aportados por organismos internacionales–, contempla capacitación y optimización del talento humano, fortalecimiento del diagnóstico y mayor articulación con la comunidad para la prevención y tratamiento oportuno de la enfermedad.