Este jueves 25 de abril, muchos trabajadores del país suspendieron todas sus actividades para protestar en contra de las políticas económicas y sociales del presidente Duque. En la marcha de la ciudad de Barranquilla, se sumaron los trabajadores de la rama judicial, y los docentes de la Universidad del Atlántico que salieron desde el INEM hasta la rotonda de la calle 17. La marcha por la calle 30 provocó un trancón vehicular puesto que los conductores desprevenidos quedaron inmersos en el bloqueo.
Alrededor de 17.000 docentes del Atlántico pertenecientes a los sindicatos, participaron de esta protesta que ocasionó la cancelación de las clases en Barranquilla y municipios.
La Policía Nacional, en el área metropolitana, garantizó la seguridad y derechos de los ciudadanos, por aire y tierra. «Todo transcurrió sin novedad en la protesta», añadió.
La institución destacó y reconoció la coordinación que hubo en esta protesta. «Cuando las autoridades brindan esa protección se puede lograr la convivencia de derechos de todos como una sociedad civilizada y organizada», indicó la Policía Metropolitana de Barranquilla.
El paro nacional
En el inicio de la jornada a periodistas, el presidente de la Cnetral Unitaria de Trabajadores, Diógenes Orjuela, expresó que «Esperamos movilizar por lo menos un millón de colombianos en todas las ciudades capitales y adicionalmente en las ciudades intermedias».
Las personas que se citaron para la marcha, acordaron encontrarse a las 9 de la mañana, para protestar en contra del Plan Nacional de Desarrollo del Gobierno, ya que según afirman, incorpora una reforma laboral y una de la seguridad social.
Según Orjuela, dicho plan «permite la contratación por debajo del salario mínimo y elimina el sistema de seguridad social para los trabajadores, con lo que perderían su derecho a pensión, riesgos laborales, licencias de maternidad, paternidad, e incapacidades, y el derecho a la afiliación a Cajas de Compensación Familiar».
Esta es la primera huelga nacional que enfrenta Duque desde que asumió el cargo, el 7 de agosto del año pasado, y a ella se sumaron los maestros afiliados a la Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación (Fecode) que reclaman más recursos para ese sector.
El presidente de Fecode, Nelson Javier Alarcón, indicó al respecto que en el paro participan hoy «350.000 maestros por considerar que el Plan Nacional de Desarrollo atenta contra la educación pública».
El año pasado los estudiantes colombianos de educación superior hicieron una huelga de más de dos meses en la que alegaron que las universidades públicas necesitaban 3,2 billones de pesos (unos 1.037 millones de dólares) para no cerrar, y al final llegaron a un acuerdo con el Gobierno.
Asimismo, el Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC), que durante casi un mes bloqueó este año el suroeste del país en una protesta para exigir más atención del Gobierno, afirmó que sus miembros salieron este jueves a la calle tanto en Bogotá como en otras ciudades del país para «defender la vida».
Por su parte, la ministra del Interior, Nancy Patricia Gutiérrez, que negoció un acuerdo con los indígenas del Cauca, sostuvo que la huelga nacional «es una estrategia política de los sectores de oposición para generar la sensación de falta de gobernabilidad».