Colombia aboga por una coordinación más estrecha y efectiva con sus vecinos cuando se trate de decisiones que pueden alterar el flujo migratorio de venezolanos, como la imposición de visados, dijo el actual viernes el gerente de Frontera con Venezuela de la Presidencia, Felipe Muñoz Gómez.
‘Necesitamos coordinar mejor con otros países (…), por ejemplo la petición de visados por parte de Ecuador ha creado una situación compleja para nosotros’, declaró Muñoz Gómez en una rueda de prensa.
Ecuador fue el tercer país sudamericano que impuso el visado para los venezolanos, tras Perú y Chile, en un intento por frenar su entrada, ocasionando un cuello de botella en Colombia cuando la medida entró en vigor.
El Gobierno intenta generar a nivel internacional simpatías hacia la política de puertas abiertas que ha mantenido desde el inicio de la crisis migratoria venezolana y movilizar así los recursos financieros que requiere para poder mantenerla.
‘Hemos recibido 300 millones de dólares en los últimos tres años, generalmente canalizados a través de la ONU y oenegés, cuando lo que Colombia necesita invertir para atender a los migrantes venezolanos equivale al 0,5 de su PIB o 1.500 millones de dólares anuales’, precisó el gerente.
Colombia es el país que más venezolanos ha recibido, con un total de 1,4 millones viviendo actualmente en el país, lo que ha acentuado la presión sobre sus servicios básicos y generado que cada vez más colombianos, uno de cada dos, según los últimos sondeos, se opongan a seguir recibiéndolos.
A ellos se suman 400.000 colombianos que residían en Venezuela y que han retornado definitivamente debido a la profunda crisis en este país.
Pese a la estrechez de los recursos, Muñoz Gómez aseguró que el país está decidido a mantener sus fronteras abiertas a los venezolanos y a recibirlos ‘con la mayor generosidad, como lo hemos hecho hasta ahora’.