El Papa Francisco volvió este miércoles a criticar contra uno de los que él considera son los grandes peligros de las comunidades, incluyendo las religiosas: las murmuraciones y las calumnias que aseguró son, «un cáncer diabólico que mata», durante su catequesis en la audiencia general.
Al continuar su ciclo de catequesis sobre los Hechos de los Apóstoles explicando las dificultades que afrontó la primera comunidad cristiana, se refirió a lo que llamó «la cizaña de la murmuración, la cizaña de las habladurías».
También lamentó el llamado «Mal de la murmuración».
«Este cáncer diabólico que es la murmuración, que nace de la voluntad de destruir la reputación de una persona, agrede al cuerpo eclesial y lo daña gravemente» cuando por intereses mezquinos o para cubrir las propias incapacidades se utiliza «para mancillar a alguien», agregó.
También dijo que «los mártires no son ‘santitos’, sino hombres y mujeres de carne y hueso. (…) Ellos son los verdaderos vencedores».
