Dos menores de edad fueron aprehendidos en el interior del cementerio Calancala, luego de haber hurtado el teléfono celular y un bolso a una mujer que se encontraba visitando la tumba de un familiar.
La víctima del hurto relató que los jóvenes la intimidaron con una navaja y un revolver artesanal, y se apoderaron de sus pertenencias.
Al parecer, personas que se encontraban en el interior del campo santo, se percataron de la situación y lograron retener a los adolescentes, y los entregaron a agentes de la policía, quienes evitaron que fueran agredidos.