Con gran preocupación, comerciantes y compradores en el centro de Barranquilla piden acciones a las autoridades para que la parte externa de la Iglesia San Nicolás no se convierta en letrina pública y lugar de consumo de sustancias alucinógenas de algunos habitantes en condición de calle.
Dina Luz Pardo, directora de Asocentro, explicó que no están funcionando uno o dos operativos por semana para mantener este espacio libre de esta problemática.
“Eso desmotiva a todos aquellos que llegan a trabajar o comprar en el centro, en especial cuando ha sido un año tan difícil y un diciembre tan diferente a los anteriores. Hemos solicitado esto en muchas oportunidades y es urgente que la administración busque una solución de fondo, y mientras tanto, acciones diarias”, enfatizó Pardo.
