La linterna que gobierna la estructura a 70 metros de altura y que está cerca de ser entregada por Tecnoglass en Puerto Colombia fue instalada por el equipo de construcción del monumento.
Este hito que para muchos es uno de los más importantes de la tercera ventana que dona la multilatina en este departamento se convirtió para los 36 colaboradores de la empresa en un inolvidable momento de orgullo y alegría.
La instalación del elemento de 50 centímetros de altura y 10 kilos de peso que tiene capacidad para generar destellos que se observan a más de 20 kilómetros de distancia se inició a las 9 de la mañana y fue transportado hasta la cúspide del monumento por Daimer Arteta, uno de los operarios de la obra que fue seleccionado por sus propios compañeros de trabajo para el icónico momento. “Es como cargar a un bebé”, decía Arteta al abrazar con amor la linterna que fue recubierta con un papel de burbujas para proteger la capa sintética y cilíndricas del elemento.
Arteta subió, en compañía de César Porto, directivo de Tecnoglass, el jefe de cuadrilla Javier Carranza y con los ingenieros de Sea Science Group hasta la punta del monumento a 70 metros de altura donde los esperaban 10 de sus compañeros que en medio de ráfagas de viento con velocidades de más de 20 nudos se demoraron una hora en poner, a plena luz del día, a destellar al faro.
Toda la operación era supervisada a distancia en un teléfono móvil, en modo video, por el COO de Tecnoglass, Christian Daes, quien no perdía detalle de la delicada operación que terminó con una celebración a gritos en la corona del monumento, mientras un dron registraba cada detalle del hecho.
La obra de Puerto Colombia es una donación de Tecnoglass, una empresa colombiana convertida en la más grande exportadora de productos arquitectónicos de alta gama y una de las empresas manufacturera más importantes del país.