Por unanimidad, se eligió este martes la mesa directiva del Concejo de Barranquilla. Fue elegido como nuevo presidente el concejal del partido Cambio Radical, Samir Radi, quién ocupará este puesto por segunda ocasión; Mauricio Villafáñez Jabba y Antonio Bohórquez fueron designados como primer y segundo vicepresidente, respectivamente.
El nuevo presidente del cabildo expresó que se trabajará por la generación del empleo joven, la calidad educativa y la promoción del uso de energías renovables.
“Esta es la sala de parto de los proyectos trascendentales de la ciudad de Barranquilla. Aquí hemos debatido las líneas en materia de medio ambiente, de seguridad, de educación, de niñez, de infancia, de adolescencia, de deportes, y de todos los temas trascendentales que a la ciudadanía barranquillera le interesan. Así que, completamente agradecido, esta tiene que ser la ciudad del empleo joven, tiene que ser la ciudad del medio ambiente, tiene que ser la ciudad de las energías limpias”, dijo.
A su turno, el primer vicepresidente Mauricio Villafañez, expresó que durante este año hará lo necesario para que el plan de desarrollo que se estará trabajando sea el mejor y sea algo que le convenga a la ciudad.
Llegan nuevos concejales
Caras nuevas llegaron al Concejo de Barranquilla para el periodo 2024-2027, quienes expresaron su intención de trabajar por los barranquilleros y se mostraron de acuerdo en que un tema prioritario es garantizar la seguridad a la ciudadanía.
Andrés Ballesteros, concejal del partido Centro Democrático enfatizó que las banderas que defenderá en el cabildo será trabajar más por la seguridad, educación y emprendimiento.
Por su parte, Juan David Abisambra, concejal del partido Cambio Radical, enfatizó que se debe trabajar fuertemente por las juventudes y la seguridad de Barranquilla porque es imperativo.
A su turno, el concejal Alexis Castillo, del partido Conservador, aseguró que llegó al cabildo para representar a toda una ciudad y quiere hacerlo con altura.
Indicó que impulsará las causas sociales más sentidas de la ciudad como la plantear la necesidad de tener en Barranquilla una funeraria pública para que la gente no tenga que recoger de casa en casa para sepultar a un ser querido. “Se hace necesaria la inversión de este espacio dentro del plan de desarrollo y los recursos están. Y hay que mirar que el cementerio Calancala goza de exención tributaria, pero poco beneficia a la comunidad y es necesario ponerle la lupa”, sostuvo.
