Tras convertir un penal que encaminó la primera victoria de Ecuador en la Copa América desde 2016, Kendry Páez se frotó los brazos como si tuviera frío.
Páez se convirtió en el segundo jugador más joven en anotar un gol en la historia del torneo continental y Ecuador reanimó sus opciones de avanzar al vencer el miércoles 3-1 a Jamaica.
Con 17 años y 53 días, el volante ofensivo ecuatoriano firmó un tanto de penal en los descuentos del primer tiempo para quedar sólo por detrás del colombiano Johnnier Montaño, quien tenía 16 años y 171 días el 4 de julio de 1999, cuando anotó ante Argentina.
Páez, futuro jugador del Chelsea de la Liga Premier, derrochó frialdad al convertir mediante un disparo rasante con la pierna zurda y ajustado a la izquierda del arquero jamaiquino.
Su festejo posterior llamó la atención, todo un guiño a Cole Palmer, un jugador de Chelsea. Cuando marca con el club inglés, Palmer hace el llamado “Cold Palmer”, similar a la celebración de Didier Drogba, leyenda los “Blues”.
“Estoy contento. Sigo rompiendo récords”, señaló Páez, quien actualmente juega en la liga de su país con Independiente del Valle “Dirá la gente: ‘con 17 años pateando un penal, lo toman de juvenil’. Tengo la actitud, tuve cero nervio. Gracias a Dios salió el gol”.
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