El Servicio Secreto de EE.UU. abrió fuego contra una persona armada en el club de golf del expresidente Donald Trump en West Palm Beach, Florida, cuando el expresidente salía del local, informan medios locales con referencia a fuentes policiales.
«El presidente Trump está a salvo tras los disparos en sus inmediaciones. No hay más detalles en este momento», afirmó Steven Cheung, director de comunicaciones de la campaña de Trump.
Un representante del Servicio Secreto confirmó en rueda de prensa que fueron los agentes los que comenzaron a disparar contra el presunto atacante. Se precisó que uno de los agentes detectó el cañón de un rifle que sobresalía de una valla en el campo de golf y «se enfrentó» con el sospechoso.
Además, se informó que un testigo que había visto al hombre corriendo tomó una foto de su vehículo, un Nissan negro, lo que facilitó su detención.
A las 13:30 (hora local), la Policía local fue alertada por el Servicio Secreto de Estados Unidos de que los disparos los habían efectuado sus agentes. «Ahora mismo no estamos seguros de si el individuo pudo disparar a nuestros agentes», dijo Rafael Barros, del Servicio Secreto.
Según explicaron en rueda de prensa, el personal del Servicio Secreto abrió fuego contra un hombre armado cerca del límite de la propiedad del club del exmandatario estadounidense. Se detalló que cerca de los arbustos donde estaba el presunto atacante se encontró «un rifle estilo AK-47 con una mira» y «una [cámara] GoPro que iba a utilizar para hacer fotos».
Además, se reveló que el sospechoso estaba a unos 400 o 500 metros de Trump, escondido entre los arbustos, mientras el expresidente jugaba al golf en un hoyo cercano. Las mochilas del atacante, que también fueron detectados en la zona, contenían baldosas de cerámica.
El sheriff del condado de Martin, William D. Snyder, describió al detenido como «tranquilo». «No mostraba mucha emoción, ni preguntó el motivo de su detención», dijo. Además, agregó que no estaba armado cuando los agentes lo sacaron del coche.
Actualidad RT
