Tadej Pogacar sumó su tercer triunfo en la Strade Bianche, igualando al suizo Fabian Cancellara como el ciclista con más victorias en la primera de las grandes clásicas de primavera. No fue un paseo triunfal como el del año pasado, ya que una caída a falta de 50 kilómetros a punto estuvo de acabar con sus aspiraciones. El esloveno entró pasado en una curva y se salió de la carretera cuando lideraba la carrera junto a Tom Pidcock y Connor Swift. Visiblemente magullado, pudo volver a subirse a la bicicleta y dio caza a Pidcock, al que acabaría rematando en Colle Pinzuto.
El campeón del mundo, ganador en Siena en 2022 y en 2024, calcó la misma estrategia que el pasado año, con un portentoso ataque en Santa María a falta de 78 kilómetros para el final. Sin embargo, esta vez no logró marcharse en solitario y tuvo que lidiar con un Pidcock contestón. El británico demostró su gran estado de forma, siendo el único capaz de aguantar la brutal aceleración de Pogacar.
Antes, el UAE Team Emirates – XRG preparó a la perfección el terreno para su líder. En la Strade Bianche más dura hasta el momento (213 kilómetros, 82 de los cuales de sterrato, y 3.700 metros de desnivel), Pogacar propuso aún más dureza desde lejos para castigar a sus rivales. Primero Isaac Del Toro y después Tim Wellens dinamitaron la carrera en Santa María con un ritmo infernal. El campeón del mundo intentó irse en solitario, pero no consiguió deshacerse de Pidcock y a ellos se unió Swift, único superviviente de la fuga inicial. Detrás se formó un grupo perseguidor en el que se encontraban los españoles Pello Bilbao y Roger Adrià.
Tras la caída, Pogacar se rehizo y cogió aire, buscando el momento oportuno para soltar el hachazo definitivo. El ataque llegó en las primeras rampas del Colle Pinzuto, a 18 kilómetros de meta. Nada pudo hacer Pidcock ante el poderío del esloveno, que se fue en solitario hacia el triunfo. Pogacar pudo disfrutar del cariño del público en la subida final a Santa Caterina, siendo el primero en revalidar la victoria y en alzar los brazos en la majestuosa Piazza del Campo de Siena con el maillot de campeón del mundo. Su triunfo 92 como profesional y el tercero de este año. Un registro extraterrestre de un ciclista de época, que tiene como próximo objetivo la Milán-San Remo, una de las pocas carreras que le quedan por ganar.
Pidcock logró mantener la segunda posición y Wellens, compañero de Pogacar, completó el podio. Cuarto llegó el irlandés Ben Healy, por delante de Pello Bilbao, quinto. Roger Adrià fue finalmente décimo.
Cortesía: Mundo Deportivo.