La violencia en Colombia se ha recrudecido en las últimas dos semanas con el asesinato de 25 policías y soldados, atribuidos a acciones del Ejército de Liberación Nacional (ELN), las disidencias de las FARC y el ‘Clan del Golfo’. La ofensiva criminal, enmarcada en un ‘Plan Pistola’, ya deja 19 uniformados muertos en 13 ataques, en los que los grupos ilegales han empleado francotiradores y drones con explosivos.
Los ataques no han distinguido entre el servicio activo o los momentos de descanso de los integrantes de la Fuerza Pública, quienes han sido blanco de atentados incluso durante sus vacaciones.
La situación se agravó este domingo con un ataque en el departamento del Guaviare, donde seis militares fueron asesinados y cinco más fueron secuestrados por las disidencias de las FARC. El Ejército confirmó las identidades de los soldados fallecidos: el sargento viceprimero Darwin Pérez Sánchez y los soldados profesionales Jairo Arteaga Estrada, Anderson Steven Bohórquez Ospina, Juan David González Fernández, Carlos Andrés Pushaina Pushaina y Moisés David Cuadros Ruiz.
Sobre los militares secuestrados, el Ejército informó que fueron entregados posteriormente a la comunidad de Guanapalo, mientras que el soldado profesional Jean Carlos Bolaño Romo permanece desaparecido. Se realizan labores de búsqueda en la zona para dar con su paradero.
El ministro de Defensa, Pedro Sánchez, calificó como “cobardes, criminales y atroces” estos ataques durante un Consejo de Seguridad realizado en el Comando Aéreo de Combate (Cacom III) en Malambo, Atlántico.
Asimismo, lamentó el asesinato en Antioquia del soldado Nafer Rentería Viloria, adscrito a la Séptima División del Ejército. «Estos actos criminales no detendrán nuestra misión de proteger a Colombia. Toda Colombia unida seguirá avanzando para recuperar la seguridad en cada lugar, honrando la memoria de nuestros héroes y trabajando por la paz que merecen todos los colombianos», expresó Sánchez.
