Hasta 10 millones de pesos está ofreciendo la Policía Metropolitana de Barranquilla, a las personas que entreguen información que conduzca al paradero de los responsables de la acción sicarial perpetrada a las 10:00 de la noche del pasado lunes festivo, en la finca Villa de Ólvega, ubicada en la Vía al Mar, a la altura del kilómetro 7, en jurisdicción de Puerto Colombia, que dejó a tres personas muertas y a nueve heridas.
Una versión que ha surgido en las últimas horas señala que a eso de las 9:00 de la noche del lunes feriado los encargados de la seguridad del evento se marcharon, pues estaban contratados durante 24 horas, ya se había cumplido el tiempo y mucha gente había evacuado la casa-finca.
Fue así como uno de los asistentes a la fiesta y cercano a los organizadores decidió hacer las veces de guarda de seguridad y quedarse custodiando la entrada; sin embargo, minutos más tarde este fue sorprendido por un sujeto que portaba una pistola calibre 9 milímetros, vestía buzo negro y gorra, quien, apuntándole, lo obligó a ingresar hasta el centro de la cabaña.
Estando posicionado allí, accionó el arma de fuego, que se presume tenía un proveedor extralargo, con 30 proyectiles o más, que le alcanzaron para asesinar a dos personas en el lugar y dejar a 10 más heridas, entre ellas la Dj y comunicadora social, Maciel Karina Gómez Rúa, quien falleció minutos más tarde en la Clínica Portoazul.
Según esta nueva versión que investigan las autoridades, el sujeto que había llegado caminando hasta el lugar, volvió a salir a pie de la trocha donde está ubicada la cabaña, corrió hacia la Vía al Mar ubicada a unos 100 metros aproximadamente, abordó un automóvil de color negro que lo estaba esperando y se marcharon con dirección hacia Barranquilla.
El Eco House Villa de Ólvega cuenta con un completo circuito de cámaras de seguridad, pero justo para la fecha se encontraba fuera de servicio, por lo tanto los investigadores han tenido que recurrir a videos de sitios aledaños al epicentro de la masacre y a las entrevistas de testigos.
A partir de ese momento surgieron mil y una hipótesis, varias de ellas relacionadas con que este era el renacer de una vendetta entre clanes mafiosos, que este suceso podría estar relacionado con la escalada criminal liderada por alias ‘La Negra Dominga’ para exterminar al ‘Clan Vega Daza’, entre otras conjeturas.
Con ese mismo hilo de argumentos se tejió la versión de que era una venganza contra la modelo, propietaria de un establecimiento comercial y exporrista del Junior, Aleja Gómez, quien había sido amenazada en el mismo panfleto en el que aparecía el cantante de música popular Zair Guette.
Sin embargo, el informe de inteligencia policial señala que si bien es cierto, Aleja Gómez, hermana de la Dj Maciel Gómez, fue la organizadora, junto a la herida Dayana Montaña, de la rumba electrónica amenizada por 15 Dj’s durante dos días, también es cierto que el motivo de la masacre no habría sido atentar contra esta mujer o su hermana, sino que el objetivo criminal era uno de los asistentes a la fiesta y quien resultó herido levemente: Raúl Alberto Henao Farías, alias ‘Choco’.
La misma investigación de las autoridades señala que este sujeto, quien, según miembros de Policía Judicial, es un reconocido vendedor de estupefacientes en el norte de Barranquilla, habría entrado en confrontación con alias ‘El Turco’, del grupo delincuencial Los Costeños, por la pérdida de un dinero producto de la venta de Tussie.
De ese modo, alias ‘El Turco’ habría jurado cobrar venganza y su forma de saldar la cuenta habría sido arremeter contra Raúl Henao mientras disfrutaba de esta mega rumba electrónica, sin importar que en consecuencia cayeran personas cercanas a él que lo acompañaban en el sitio, pero también gente inocente que solo quería pasar una noche agradable y terminó experimentando la peor pesadilla de su vida.


