El color blanco dominó la escena en la Plaza de la Paz de Barranquilla, donde centenares de ciudadanos se reunieron este domingo para participar en la llamada “Marcha del silencio”, una movilización pacífica que se llevó a cabo en distintas ciudades del país como muestra de solidaridad con el precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, tras el atentado que sufrió recientemente.
Con banderas y pancartas, los asistentes hicieron un llamado colectivo por la paz y la unidad nacional. “Hace una semana estábamos recibiendo una noticia devastadora, pero eso no fue impedimento para que hoy estemos aquí. Lograron que los colombianos nos uniéramos para pedir la paz que Colombia tanto necesita”, expresaron los organizadores de la jornada.
Durante el acto, los ciudadanos pidieron a las autoridades mayor compromiso con la seguridad y el bienestar de todos los colombianos, insistiendo en que “Colombia debe seguir siendo un país viable para nuestros hijos. Esta lucha, que será en silencio, no puede parar”.
El evento también tuvo un componente espiritual. Al finalizar la concentración, se celebró una ceremonia religiosa en la que participaron líderes políticos y feligreses. “Tenemos un Dios que está obrando en este momento por Miguel”, afirmó el senador liberal Mauricio Gómez Amín, quien encabezó la convocatoria en la capital del Atlántico y agradeció a los barranquilleros por su respaldo: “La unión hace la fuerza”.
A su turno, el presidente del Senado, Efraín Cepeda, condenó enérgicamente los hechos violentos y exigió mayor protección para los líderes políticos. “Estamos pidiendo fuerza y oración por una persona que ha luchado por el país. Miguel debería estar hoy abrazando a sus hijos y su familia en el Día del Padre”, manifestó el congresista.
La movilización se realizó como un homenaje a la vida y al compromiso público de Miguel Uribe Turbay, a quien muchos de los asistentes describieron como “un guerrero de Dios”.
