Ante la creciente tensión política y la conmoción generada por el atentado contra el senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, la Conferencia Episcopal de Colombia convocó a las principales autoridades del país a una reunión este lunes en la Curia Arzobispal de Bogotá, con el propósito de buscar acuerdos que frenen el clima de violencia y polarización.
“Invitamos a todo el país a valorarnos y respetarnos como hermanos, a desarmar y armonizar la palabra, y a rechazar todo tipo de violencia como forma de resolver los conflictos políticos y sociales”, señala la carta divulgada por los obispos este domingo.
A la cita fueron convocados el presidente de la República, Gustavo Petro, y los presidentes de los altos tribunales y corporaciones públicas: Efraín Cepeda (Senado), Jaime Salamanca (Cámara), Jorge Enrique Ibáñez (Corte Constitucional), Octavio Tejeiro (Corte Suprema) y Luis Alberto Álvarez (Consejo de Estado). También están invitados la fiscal general Luz Adriana Camargo, el procurador general Gregorio Eljach, la defensora del Pueblo Iris Marín, el contralor Carlos Rodríguez y el registrador nacional Hernán Penagos.
El encuentro ocurre en medio del profundo rechazo que ha generado el atentado del pasado 7 de junio, en el que Uribe Turbay fue gravemente herido con arma de fuego durante un acto público en Bogotá. El senador permanece en estado crítico en la Fundación Santa Fe.
«Elevamos una oración por la vida de Miguel Uribe Turbay y por quienes hoy sufren a causa de la violencia. Acompañamos a sus familias en este momento de dolor», expresaron los obispos.
La reunión también busca ser un punto de inflexión frente a la creciente polarización política que se ha intensificado tras la firma del decreto presidencial que convoca a una consulta popular sobre la reforma laboral el próximo 7 de agosto, medida que ha sido ampliamente cuestionada por supuestas violaciones a la Constitución.
La convocatoria se produce un día después de la multitudinaria ‘Marcha del silencio’ realizada en más de 20 ciudades del país, en rechazo a la violencia política y como muestra de solidaridad con la familia del senador Uribe Turbay. Además, coincide con una ola de violencia que en la última semana ha dejado múltiples víctimas en el suroccidente del país.
Con esta iniciativa, la Iglesia católica colombiana busca generar un espacio de encuentro entre las instituciones para promover un mensaje de unidad, respeto y paz.
