Sin posibilidad de entrenar o competir en su territorio por causa de la guerra, la selección nacional de fútbol de Palestina ha encontrado en Chile un refugio para mantener viva su aspiración de clasificar al Mundial de 2030, un objetivo que estuvo cerca de alcanzar en la última eliminatoria.
El entrenador del combinado palestino, Ehab Abu Jazar, ha llegado al país sudamericano en busca de nuevos talentos, con el propósito de ampliar la base de jugadores disponibles para el equipo nacional. Chile, que alberga a la comunidad palestina más grande fuera del mundo árabe —con más de medio millón de personas—, se ha convertido en un punto estratégico para proyectar el futuro del fútbol palestino.
«Para un palestino no existe lo imposible. Estoy convencido de que tenemos jugadores muy buenos y especiales en todas partes del mundo», afirmó Abu Jazar luego de presenciar un partido de la categoría sub-18 del club Palestino, una cantera destacada de futbolistas jóvenes, especialmente en posiciones clave como centrales, defensas, laterales y arqueros.
La visita del técnico tiene como principal objetivo conformar una base de datos de jugadores con ascendencia palestina en Chile, así como en otras diásporas significativas como Líbano y Europa. «Tenemos un gran número de jugadores juveniles fuera de Palestina. Nos interesa encontrarlos, conocerlos y sumarlos al proyecto», explicó.


