Los vendedores informales y dueños de establecimientos de los alrededores del corredor Universitario, protestaron frente a la Gobernación del Atlántico para reclamar celeridad en los trabajos de la llamada Gran Vía.
Señalaron que, por el atraso en las obras, han sufrido pérdidas millonarias, incluso muchos de los negocios informales de la universidad del Atlántico han dejado de vender.
Además de la baja en las ventas, se informa sobre deterioro en las mercancías por los efectos del polvorín de las obras.
“Yo vendía diariamente alrededor de cien almuerzos, ahora solo vendo siete”, expresó con tristeza María Betìn una de los comerciantes informales de la Universidad del Atlántico.
De esta manera son al menos 60 las personas que sufren las consecuencias de los trabajos sin terminar en este corredor.
Durante la protesta, fueron atendidos por funcionarios de la gobernación y se acordó una reunión para la próxima semana.
