Con el lema “La magia del bordillo, donde cabemos todos”, el Carnaval de la 44 presentó a sus reyes. La edición 26 del evento se alza como un canto de unidad, identidad y salvaguarda, reafirmando su esencia: la de un pueblo que celebra la tradición, que honra su historia y comparte su alegría con el mundo.
Sharon Hurtado Esquiaqui, de 18 años, es la Reina del Carnaval de la 44. Esta mujer extrovertida, empática y apasionada por el baile, la cultura y la tradición ha soñado con el nombramiento desde niña. Hoy lo vive con el compromiso de dejar una huella imborrable en el corazón de los barranquilleros.
A su lado, el Rey Momo Luis Mauricio Aragón Hernández, de 39 años, odontólogo de profesión y artista de corazón. Él celebra su amor por Barranquilla desde la danza, el canto y la promoción activa del patrimonio cultural en escenarios nacionales e internacionales. También ha participado en procesos de salvaguarda del Carnaval, construyendo la Fiesta desde la acción y la conciencia patrimonial.
Y como el Carnaval también es herencia, los Reyes Infantiles de esta edición —Ashley Sofía Gómez, de 11 años; y Germán Javier Palomino Montes, de 12— son ejemplo vivo de la tradición que se renueva. Ella, bailarina con proyección internacional, amante del folclor, la danza y la locución. Su talento se expresa en ritmos como el baile contemporáneo, el flamenco y, por supuesto, las danzas folclóricas; él, amante de la música y las sonoridades del Caribe, disfruta del folclor y la identidad cultural.
Ambos reflejan la esencia de una generación que crece danzando y soñando con mantener vivas nuestra tradición y nuestras raíces.
Édgar Blanco, fundador y director de esta emblemática celebración dio a conocer que la reina “proyecta la belleza de la mujer barranquillera y a la juventud”.
Dice que es la encargada de invitar a los jóvenes para que participen, ya que al final del día es “la juventud la que nos garantizará que esta memoria siga por muchos años viva, que se apropien del patrimonio”.
Señala que a la monarquía se suma el Rey Momo, un barranquillero “con dotes de artista, excelente bailarín y cantante”. Y cierra con los Reyes Infantiles que –según indica– “son talentosos e inteligentes”, y son los encargados de invitar a los niños y jóvenes a que reconozcan las verdaderas manifestaciones folclóricas tradicionales.
Un homenaje a la tradición desde el bordillo
La fiesta más auténtica de la ciudad rendirá homenaje en 2026 al natalicio de uno de los hijos literarios más ilustres del Caribe: Gabriel García Márquez. En sus letras, como en la cumbia, vive la magia, la nostalgia y la memoria que también respira el Carnaval. Junto a este tributo, más de 15000 artistas patrimoniales —portadores del legado cultural y guardianes de la tradición— tendrán un rol protagónico en cada evento. Serán faros que guiarán con su arte a las nuevas generaciones, transmitiendo saberes que no se aprenden en libros, sino en la piel del baile y el sudor de la calle.
“El Carnaval de la 44 viene recargado de patrimonio, de salvaguarda y de mucha tradición”, afirma Édgar Blanco, fundador y director de esta emblemática celebración.
También añade que “en esta nueva edición homenajearemos al bordillo, exaltándolo como ese escenario sagrado de integración social, donde confluyen la alegría del pueblo y la creatividad que nos hace únicos”.
Agrega que desde ya la invitación es para “las personas que asisten al Carnaval de la 44 en sus cinco masivos eventos culturales, con el fin de que se unan al homenaje junto con la monarquía, los grupos folclóricos tradicionales, las comparsas creativas, y los disfraces individuales y colectivos”.
Una fiesta con memoria, arte y nuevos escenarios
El Carnaval de la 44 se proyecta como un escenario democrático y vivo, en el que todos tienen lugar. En esta edición se suma un nuevo evento: el Desfile Infantil del Carnaval de la 44, donde los niños serán protagonistas con muestras artísticas y folclóricas acompañadas de música en vivo.
“Aprovecharemos este evento para honrar a los músicos porque también son guardianes del patrimonio. Es importante que se sientan reconocidos”, resalta Blanco.
Cada rincón del Carnaval será una oda a la autenticidad. Las comparsas tradicionales, los disfraces colectivos e individuales, las danzas y las sonoridades autóctonas narrarán historias, alegrías, memorias y luchas, porque el Carnaval, más allá del brillo y el color, es un manifiesto vivo del alma barranquillera.
Una invitación con el alma
Con la fuerza de una tambora y el desparpajo de una marimonda Sharon, quien comanda la Fiesta, manifiesta que “este Carnaval será un homenaje a lo que somos: nuestras raíces, nuestras historias, la autenticidad de nuestras expresiones (…) lo que nos hace diferentes es lo que nos hace grandes”.
Agrega que “esta Fiesta es de todos y para todos. Juntos, con un solo corazón, haremos que la alegría y la tradición de Barranquilla resuenen en cada rincón del mundo”.
En esa misma línea, Blanco concluye: «el Carnaval de la 44, en su edición 26, mostrará al mundo por qué el Carnaval de Barranquilla es Obra Maestra del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad. Porque Barranquilla es una sola ciudad, con un solo patrimonio, con un solo Carnaval, y con un compromiso inquebrantable: el de preservar y difundir nuestras raíces al mundo en sinergia con el mensaje de nuestra máxima autoridad, el alcalde Alejandro Char, y con el respaldo de todas las organizaciones que impulsan y desarrollan las actividades culturales del Carnaval de Barranquilla».



