El presidente de la Junta Directiva de la Asociación Nacional de Empresas Generadoras (Andeg), Luis Miguel Fernández, aseguró que la transición energética no puede verse como una política de prohibiciones, sino por el contrario, como una plataforma de innovación tecnológica y aprovechamiento eficiente de los recursos naturales energéticos en el país.
Indicó que Colombia debe garantizar que esta transición no solo sea viable, sino también segura, confiable y financieramente sostenible.
“No hay transición energética posible sin confiabilidad en el suministro y sin instituciones sólidas y estables que garanticen su ejecución (…) Colombia necesita avanzar hacia un modelo de transición energética que combine viabilidad técnica, seguridad en el abastecimiento y estabilidad tarifaria, lo cual exige un marco regulatorio claro y predecible que estimule la inversión pública y privada”, afirmó durante el 12° Foro Energético, en Barranquilla.
Indicó que el sistema eléctrico colombiano debe expandirse de manera ordenada. Sin embargo, señaló que existen actualmente unos ‘cuellos de botella’ muy sensibles en gestación, transmisión y distribución, debido a frecuentes bloqueos por conflictividad social, trámites ambientales o por limitaciones de red.
“Necesitamos una política energética que articule de manera efectiva a todos los actores, autoridades ambientales, entidades territoriales, comunidades y desarrolladores de proyectos que creen en Colombia y en sus instituciones”, anotó.
Por otra parte, sostuvo que se hace “urgente” convocar una nueva subasta de expansión de cargo por confiabilidad que permita integrar nuevos recursos firmes y garantizar la demanda de energía futura. Es decir, que no solo sean fuentes de generación renovable, sino también fuentes convencionales como la térmica e hidráulica.
“No se trata de apagar unas tecnologías para encender otras, ni de debates ideológicos; se trata de construir una transformación viable, basada en una matriz de generación diversificada que combina fuentes renovables, generación firme, y una infraestructura robusta de respaldo, porque el verdadero riesgo no es demorarnos en la transición, sino hacerlo mal, y con ello comprometer el abastecimiento eléctrico en millones de colombianos”, subrayó.
Manifestó que, gracias a la infraestructura existente, incluida la planta de regasificación de Cartagena, que respalda más de 200 mil megavatios de capacidad en la región Caribe, el sistema ha podido resistir los eventos de sequías recientes “sin un solo minuto de razonamiento eléctrico”.
Precisó que el respaldo provisto con las plantas a gas, carbón y combustibles líquidos, tanto en la Costa como en el interior del país, no solo han permitido mantener el suministro, sino también la incorporación de más de 1.300 megas solares.
“Esa combinación entre generación firme y fuentes renovables ha sido clave para compensar la estacionalidad de nuestra capacidad hidráulica, y es la única vía realista para sostener una transición energética ordenada y confiable”, dijo Fernández, quien reiteró que la transición debe ser “gradual, técnica y confiable”.
Vivian Narváez Ortega


