El camerunés Samuel Eto’o, histórico exdelantero y actual presidente de la Federación de Fútbol de Camerún, atraviesa uno de los momentos más delicados de su carrera fuera de las canchas. El cuatro veces campeón de la Champions League afronta denuncias por presunta corrupción, arreglo de partidos y conflicto de interés, que amenazan con poner en riesgo su gestión y su legado deportivo.
Una asociación de actores del fútbol camerunés, representada por el abogado internacional Emmanuel Nsahlai, inició esta semana una serie de acciones legales ante organismos nacionales e internacionales. Entre ellas, figura una solicitud presentada ante el Ministerio de Deportes y Educación Física de Camerún (MINSEP), exigiendo la aplicación de la ley local y la revisión de los estatutos federativos.

El caso también fue elevado al Comité de Ética de la FIFA en Zúrich, donde se pide la suspensión provisional de Eto’o por supuestas irregularidades financieras, manipulación electoral y conflictos de interés. A esto se suma una petición de intervención a la Confederación Africana de Fútbol (CAF), con el objetivo de que el expediente sea remitido al máximo ente del balompié mundial.
De acuerdo con las acusaciones, el exjugador de Real Madrid, Barcelona e Inter de Milán habría ocultado antecedentes judiciales en España, lo que refuerza los reclamos de su suspensión inmediata del Comité Ejecutivo de la CAF.
El futuro de Eto’o como dirigente deportivo se encuentra ahora bajo una fuerte presión, en un proceso que podría tener repercusiones de gran alcance para el fútbol camerunés e internacional.


