Dicen los entendidos que el robo perpetrado hace un mes en Neogold, en el centro comercial Le Meridiem, ubicado en el exclusivo barrio El Golf, sería uno de los más grandes que se haya cometido en una joyería en toda la historia de Barranquilla.
La cuantía exacta: 3.390 millones de pesos, repartidos en cadenas, anillos, aretes y pulseras con incrustaciones de piedras preciosas, como diamantes, rubíes y esmeraldas.
De ese botín solo se pudo recuperar 30 millones de pesos, valor que corresponde a unas cuantas prendas que se podrían contar con las manos, lo cual equivale al 0,88% del robo: una cifra irrisoria para los intereses de la joyería y una burla para las autoridades.
Pero este hurto no fue obra del azar, sino de una estrategia criminal calculada al detalle. Un golpe de precisión que tomó tres meses de preparación, de visitas a los distintos puntos de la boutique de joyas; no solo en Barranquilla, sino en otras ciudades del país: un verdadero seguimiento de ‘lujo’.
Tras el análisis concienzudo de la banda y un estudio milimétrico y perimetral, echaron a andar el plan que inició con mandar a fabricar unas tulas con los tamaños proporcionales a los exhibidores de algunas joyas, con tal de que se pudieran abrir, guardar el botín y huir en el menor tiempo posible.
Como cada detalle estaba planificado de forma meticulosa, los delincuentes no soslayaron que Le Meridiem Golf es un centro comercial al que acuden empresarios, políticos, artistas, personas acaudaladas de la vida pública y privada, quienes arriban al ‘mall’ en sus camionetas, el chofer los deja en la entrada y muchos se pasean por los locales en compañía de sus escoltas.
Por ello, un escolta o un tipo que lo pareciera, les permitiría ganar distinción y credibilidad a la hora de que la pareja arribara a asestar el golpe financiero.
Así fue como Samuel David Calderón Ramos resultó asignado por la banda para hacer las veces de falso guarda. Junto a él ingresaron Danny José Cantillo Tirado y una mujer que, a diferencia de Samuel y Danny, hasta ahora no ha sido capturada y se fugó con gran parte del botín, pues llevaba una de las tulas más grandes.
A ella las autoridades le han venido haciendo seguimiento, están tras su pista, pero ha sabido escabullirse cuando los miembros de Policía Judicial están a punto de echarle el guante, por lo que han habilitado el número de WhatsApp 312 580 8062, a través del cual personas que tengan información de su paradero pueden denunciarla con absoluta reserva.
Por este robo, hay cinco personas privadas de la libertad: Ricardo De la Rosa, el falso escolta Samuel Calderón, el falso cliente Danny Cantillo, Michael Villarreal y Carlos Mario Venecia. Aparecieron la mitad de los delincuentes, pero nunca aparecieron ni la mitad de las joyas.


