La Comisión de Acusación de la Cámara de Representantes abrió este miércoles una investigación previa contra el presidente Gustavo Petro, tras un acto público realizado en Medellín en el que estuvieron presentes jefes de las principales bandas criminales de esa ciudad.
La solicitud fue presentada por el concejal de Medellín Alejandro de Bedout, quien pidió a la Comisión —encargada de estudiar y tramitar denuncias contra el jefe de Estado— determinar si Petro “estaría involucrado en hechos que van desde la participación indebida en política hasta la utilización de recursos públicos con fines proselitistas y la convocatoria irregular a una Asamblea Nacional Constituyente por fuera del marco constitucional”.
En el documento, divulgado por medios locales, también se señalan presuntos hostigamientos a autoridades territoriales y la posible participación de personas privadas de la libertad y miembros de estructuras armadas ilegales en un evento oficial transmitido por canales públicos, con la presencia de altos funcionarios del Gobierno Nacional.
El acto en cuestión se realizó el 21 de junio en Medellín, donde Petro lideró un encuentro sobre los diálogos de paz urbana impulsados por su Gobierno y celebró la aprobación de la reforma laboral en el Congreso.
Al evento, conocido como el “tarimazo”, asistieron reconocidos criminales presos, entre ellos Juan Carlos Mesa, alias ‘Tom’; Jorge de Jesús Vallejo, alias ‘Vallejo’; Freiner Ramírez, alias ‘Carlos Pesebre’; y José Leonardo Muñoz, alias ‘Douglas’, pertenecientes a la estructura delincuencial ‘La Oficina’.
Los mencionados fueron autorizados para salir de prisión con el fin de participar en el acto, lo que generó una amplia polémica nacional por la naturaleza del evento y los asistentes.
El Gobierno Nacional sostiene que este tipo de espacios hacen parte de su estrategia de “paz total”, mediante la cual busca desmovilizar a más de 12.000 personas vinculadas a estructuras criminales en Medellín y otras regiones del país.
Además del proceso en Medellín, el Ejecutivo adelanta mesas de diálogo con grupos armados urbanos como ‘Los Pepes’ y ‘Los Costeños’ en Barranquilla, así como en Quibdó (Chocó) y Buenaventura (Valle del Cauca), donde operan ‘Los Shottas’ y ‘Los Espartanos’, con el objetivo de reducir la violencia y avanzar en procesos de sometimiento colectivo.


