El párroco de la Iglesia San Clemente Romano, Oscar Eduardo Arango, aclaró que en ningún momento se negó a bautizar a una niña de dos años y que fue su familia la que se retiró del lugar.
“Solo pregunté por el papá de la menor y me insistían que era una imprudencia preguntar por él. Les expresé de la importancia que estuviera presente en el bautismo”, indicó el religioso, al aclarar que el impase sucedió después de la misa.
El párroco Arango explicó que los padres de familia son de vital importancia ya que son los responsables de la educación cristiana de sus hijos.
El sacerdote Oscar Eduardo Arango manifestó que si los familiares de la niña desean regresar, les bautizaran la menor sin ningún inconveniente.