Oswaldo Morales, habitante de Pendales en Luruaco, denunció que la despulpadora de mango que fue inaugurada en noviembre, nunca ha funcionado.
Afirmó que este proyecto fue mal concebido y mal socializado por la Gobernación del Atlántico y la Agencia Nacional de Tierras.
“La comunidad fue asaltada en su buena fe frente al funcionamiento de esta planta que no cuenta con obras complementarias en materia de agua y energía eléctrica”, consideró Oswaldo Morales.