No es nuevo. En Junior siempre han habido técnicos y jugadores que no han contado con el respaldo y reconocimiento de la tribuna. Resistidos, han sabido, sin embargo, sobreponerse a las críticas y demostrar con trabajo, constancia y aportes su profesionalismo.
Por ejemplo, la tribuna fue implacable en temporadas pasadas con Luis Carlos Ruiz. Lo fue también recientemente con Luis Narváez, James Sánchez y Sebastián Viera, que refrendaron sin dejar asomos de duda su importancia dentro del equipo.
Lo ha sido también, infortunadamente con hombres menos ligados a Barranquilla como Deivy Balanta, Marlon Piedrahita, Sebastián Hernández y Yony González. No obstante, todos sin excepción aportaron su importante grano de arena a esta octava estrella y así debería la afición reconocerlo y valorarlo.
En el caso de Yony, por ejemplo, fue decisivo en la clasificación del equipo a las finales. Cuando Junior se había estancado en 29 puntos Yony apareció el 5 de noviembre en la nómina alterna ante Alianza Petrolera y anotó 2 de los 3 goles con los que Junior llegó a 32 puntos y aseguró su paso a la final.
El 30 noviembre en la semifinal de Sudamericana ante Santa Fe ingresó por Luis Díaz en el minuto 83 y aportó en sacrificio y ataque cuando el cuadro barranquillero estaba en inferioridad numérica.
El 5 de diciembre en el partido de ida de la final ante Paranaense jugó hasta el minuto 66 cuando fue reemplazado por Ruiz y anotó el valioso empate en el minuto 53. El 8 de diciembre en el primer partido de la final ante Medellín entró en el minuto 82 y puso el pase para el cuarto gol que marcó Marlon Piedrahita en el minuto 89. En el 92, además, por poco anota frente a David Gonzáles.
Siguiendo con sus aportes, a pesar de la incredulidad, el 12 de diciembre en el partido de vuelta ante Paranaense ingresó en el minuto 73 y también fue decisivo. En el 79 probó mediante remate que obligó a tiro de esquina. En el 82 habilitó a Díaz que no concretó y en los minutos 101 y 108 propició dos penales. El primero no pitado y el segundo sancionado y desperdiciado.
Finalmente, en el partido de vuelta de la final ante Medellín ingresó en el minuto 60 por Luis Díaz y en peor momento de Junior marcó el 2 por 1 que devolvió las fuerzas y las esperanzas al cuadro tiburón y, al minuto 83, cuando el partido se había puesto 3 por 1 faltando 11 minutos para el final estuvo a punto de marcar el 3 por 2 al minuto 83 cuando obligó a salvar a David González.