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Algunas consideraciones sobre la derrota derrota de Junior ante Flamengo

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Junior cayó derrotado 2 goles por 0 ante Flamengo en el partido de vuelta de la Copa Sudamericana disputado en el Estadio Metropolitano con lo cual resignó sus posibilidades de acceder a la final del certamen internacional y enfrentar a Independiente de Argentina.

Cómo en los últimos partidos en los que los rivales han venido a replegarse atrás, a Junior no le bastó con proponer y buscar el resultado y volvió a hacerse predecible en la construcción de su propuesta de juego y carente de definición.

De alguna manera, durante gran parte del primer tiempo, Junior volvió a depender en la salida limpia desde atrás de Cantillo y supeditó demasiado su juego al sector izquierdo con Germán Gutiérrez, Yony González y Teófilo Gutiérrez, mientras que Chará careció de la libertad para moverse por todo el frente de ataque y fue ubicado bien abierto por derecha donde no pesó y marcó diferencias como en otras actuaciones.

Gran parte del primer tiempo, el cuadro tiburón se repitió en sus movimientos y careció de la imaginación, la creatividad y la sorpresa para generarle mayores problemas a Flamengo, que a pesar de ceder terreno y el control del balón durante buena parte del partido, no sufrió y cuando se desdobló ofensivamente género inquietud en Junior.

Si un lujo no podía darse Junior era el de desordenarse y desesperarse. Había que mantener el cero y buscar con paciencia desequilibrar y marcar un gol y evitar que fuera Flamengo quién en una desconcentración o tomando a Junior mal posicionado anotara.

Sin pretender culpar a Narváez, se sintió el vacío y el peso de lo que aporta Leonardo Pico en marca y salida complementando a Cantillo. Por otra parte, no fue tampoco la noche de hombres como Yony González y Matías Mier, que aunque intentaron, naufragaron ofensivamente y poco aportaron en los retrocesos del equipo siendo solidarios en la importante función de recuperarle la pelota a Flamengo, cuando el cuadro brasilero se la quitaba al cuadro tiburón o sencillamente Junior mismo la perdía.

Si algo requería Junior ante Flamengo, es que la creación de juego no dependiera de Narváez, Cantillo o Mier. Jarlan Barrera y Luis Díaz debieron ser inicialistas con la clara misión de desequilibrar y buscar en una genialidad una posibilidad y una concreción de gol que era todo lo que el partido pedía, más allá de resguardarse bien atrás y garantizar el cero.

Tampoco fue acertado el cambio de Ovelar por Mier, pues aunque el uruguayo no aportaba lo que suele dar cuando juega por fuera del Metropolitano, la inclusión de otro hombre grande, para chocar y no desbordar, enviaba un mensaje errado de levantar la pelota ante una defensa rival con mayor porte y fortaleza en el juego aéreo.

Junior va a tener que explorar otras variables para llegar al gol en partidos cerrados como los que vienen proponiéndole últimamente los rivales.

La media distancia debería ser una de esas alternativas pero toca trabajarla para que los remates tengan destino de arco y sean efectivos y no terminen convirtiéndose en jugadas que se desperdician y que responden más al desespero individual o al individualismo que a una planificación y a algo en lo que se trabaja e insiste durante los entrenamientos.

En el cobro desde los once pasos también debería insistirse para no seguir dilapidado opciones y puntos en una jugada donde son más altas las probabilidades de que el arquero pierda sobre las de que el delantero yerre.

En Junior, sin desechar el preciosismo, hay que erradicar la idea de que solo es viable anotar entrando hasta el arco rival tocando la pelota. Junior anota, pero también desperdicia demasiadas opciones por la indecisión de sus hombres de ataque en rematar y por una errada idea de la solidaridad que casi siempre termina en un toque de más o en un segundo de más para definir.

Junior jugó con hombres grandes para evitar que Flamengo le hiciera daño en el juego aéreo y, paradójicamente, los goles de la visita no llegaron por esa vía sino por la de la velocidad y habilidad de sus hombres. Desde tiempos idos no se desechaba a los jugadores menudos pero talentosos como Jarlan, para darle paso a los de mejor biotipo pero que no marcan diferencia en el duelo hombre a hombre.

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