El Bayer Leverkusen tuvo dos razones para celebrar el jueves en los descuentos.
No sólo el campeón de la Bundesliga aseguró su presencia en la final de la Liga Europa y seguir pujando por una tripleta de títulos en la temporada, sino que el gol postrero de Josip Stanišić preservó el asombroso invicto del Leverkusen, para rescatar el empate 2-2 ante la Roma.
Las pretensiones del equipo Xabi Alonso parecían desvanecerse en el duelo de vuelta de las semifinales, después de que el argentino Leandro Paredes facturó dos penales que pusieron el 2-0 en el marcador e igualaron 2-2 el global.
Pero el autogol del defensa romanista Gianluca Mancini a ocho minutos del final y el tanto del empate de Stanišić estiraron a 49 partidos la seguidilla sin perder del conjunto alemán.
El Leverkusen avanzó con una victoria 4-2 en el global y enfrentará a otro equipo italiano el 22 de mayo en Dublín, después de que Atalanta aplastó 3-0 al Olympique de Marsella para avanzar con un global de 4-1.
“Siento escalofríos”, expresó Granit Khaka al canal alemán RTL. “Uno sueña con un ambiente así, con partidos así. De niño, uno quiere estar en estos partidos. Y es increíble cuando empatas justo antes de que termine el partido y llegas a la final”.
Aparte de haber conquistado el cetro de la Bundesliga con mucha anticipación, el Leverkusen disputará la final de la Copa de Alemania.
Después de perder el cotejo de ida la semana anterior, la Roma sabía que encaraba una misión complicada. Y su delantero estelar, el argentino Paulo Dybala, apenas alcanzó a estar en condiciones para ir al banquillo, tras la lesión sufrida el fin de semana en el encuentro contra la Juventus.