Con un Cole Palmer imperial, Chelsea encontró la fórmula que ablandó el poderío parisino para llevarse el título.
Palmer estampó dos goles y asistió a João Pedro en el tercero, con lo que el conjunto de Londres desbarató los pronósticos al vencer el domingo 3-0 a un terrenal Paris Saint-Germain para consagrarse campeón.

El volante ofensivo firmó su doblete con definiciones de idéntica factura con la zurda desde el borde del área a los 22 y 30 minutos. También filtró el pase con el que el brasileño João Pedro hizo el tercer gol, picándole el balón por encima del arquero Gianluigi Donnarumma a los 43.
“Ganamos el partido en los primeros 10 minutos”, dijo Enzo Maresca, el técnico de Chelsea. “Nosotros marcamos el ritmo, impusimos la pauta en la que queríamos jugar”.
Con un fútbol agresivo y bien compacto en todas sus líneas, el conjunto de Londres agarró dormido al PSG en los primeros compases.

“Fue un partido atípico de nosotros”, reconoció Marquinhos, el capitán y zaguero del PSG. “Fueron más eficaces y en el segundo tiempos nos quedamos sin fuerzas. Tácticamente hicieron cosas que nos sorprendieron. No hay un equipo perfecto”.
“En 13 años en París, nunca había experimentado emociones como esta ni competido por títulos como este. Claro que queríamos llevarnos el trofeo a casa, pero eso no borra nada de lo que hicimos”, añadió.
“Es una bonita sensación. Más dulce porque todo el mundo dudaba de nosotros previo al partido”, dijo Palmer, quien fue designado como el mejor futbolista del torneo. “Sabíamos que teníamos plantar batalla contra un tremendo equipo”.



