Cuando Estados Unidos buscaba desesperadamente una chispa que encendiera su mejor desempeño, Lindsey Horan canalizó su disgusto en un aporte que mantuvo a su equipo invicto en el Mundial femenino.
Horan, molesta tras ser derribada minutos antes por Danielle Van de Donk, logró una revancha en forma de gol en el segundo tiempo, y Estados Unidos rescató el jueves un empate 1-1 frente a Holanda.
El equipo holandés pegó primero con un gol de Jill Roord en el primer tiempo para sorprender a las estadounidenses, que se mantienen invictas en 19 duelos seguidos gracias al tanto de Horan en el complemento.
La anotación de Horan llegó por medio de un remate de cabeza en un tiro de esquina a los 62 minutos, después de un rato de discusiones entre los dos equipos: Horan estaba enojada después del derribo e incluso profirió una maldición en dirección de Van de Donk, su compañera de equipo en Lyon.
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