El Crystal Palace, con apenas dos millones invertidos en fichajes este verano, se impuso este domingo al Liverpool, que alineó a sus cuatro nuevas incorporaciones tras gastar más de 300 millones, para conquistar la Community Shield (Supercopa de Inglaterra) en Wembley. El duelo terminó 2-2 y se decidió en la tanda de penaltis (3-2).
Dirigidos por Oliver Glasner, los londinenses suman así el segundo título de su historia en apenas unos meses, después de la FA Cup. La final, de ritmo más propio de un amistoso de pretemporada que de un trofeo oficial, se resolvió gracias a las intervenciones de Dean Henderson. El portero detuvo los lanzamientos de Alexis Mac Allister y Harvey Elliott, mientras que Mohamed Salah también falló su disparo.
El Liverpool, con 16 Supercopas en su palmarés, afrontó el encuentro con menos presión que un Palace cuyo único trofeo previo era la FA Cup. A pesar de los errores desde el punto de penalti de Eberechi Eze y Borna Sosa, las atajadas de Henderson fueron decisivas para que el club del sur de Londres levantara por primera vez la Community Shield.
