El Dodger Stadium de la ciudad de Los Ángeles fue testigo de un intenso juego de pelota donde el conjunto de Estados Unidos sacó la casta de equipo local para imponerse con pizarra de 2 carreras por 1 a Japón y así instalarse por primera vez en su historia en la gran final del Clásico Mundial de Béisbol donde se enfrentarán a Puerto Rico.
Este cotejo estuvo marcado por un tremendo duelo de pitcheo entre Tomoyuki Sugano y Tanner Roark, el nipón trabajó por espacio de seis entradas permitiendo tres imparables, una carrera y ponchando a seis contrarios mientras que el estadounidense tuvo foja de cuatro innings completos permitiendo dos hits y abanicando a un rival.
La apertura del marcador llegó en la parte alta de la cuarta entrada cuando Andrew McCutchen sonó sencillo con rodado al jardinero izquierdo Yoshitomo Tsutsugoh para impulsar la anotación de Christian Yelich. Japón no tardó en responder y la rayita del empate llegó en la baja del sexto gracias a solitario jonrón de Ryosuke Kikuchi.
En el octavo inning Adam Jones bateó rodado de out al primera base nipón Sho Nakata en jugada de infield fly que trajo para la goma la carrera de la victoria en los pies de Brandon Crawford que se encontraba en tercera base.

Como se esperaba el duelo entre ambas selecciones fue toda una exhibición de pitcheo con los abridores Tomoyuki Sugano por Japón y Tanner Roark, que lo hizo con Estados Unidos, que aunque se fueron sin decisión hicieron una gran labor monticular.
Tuvo que ser de nuevo el bateo oportuno de Jones y ante del también guardabosques Andrew McCutchen, que pegó sencillo impulsador para que anotase Christian Yelich la primera carrera de Estados Unidos, lo que hizo la diferencia a favor de la novena de las Barras y las Estrellas.