in ,

¡Gracias Junior!: a no bajar los brazos y a continuar un excelente proceso

Más allá de los normales reproches y de la lógica tristeza de la afición por la pérdida de la final de la Sudamericana, las directivas de Junior deben darle continuidad a un proceso que durante los últimos años nos ha llevado a ser reconocidos y valorados, tanto nacional como internacionalmente, como un equipo que juega bien al fútbol y brinda espectáculo en casa y por fuera.

Hay progreso evidente. En el año inmediatamente anterior, Junior practicando un juego de ensueño se quedó en la fase semifinal de Sudamericana ante Flamengo; y ante el América, en los Cuartos de Final de la Liga Colombiana. Esta vez llegamos más arriba al disputar la final de la Sudamericana y de la Liga.

En 2017, eliminados de Sudamericana y Liga, el técnico Comesaña, a pesar del respaldo de la directiva, no siguió al frente de la dirección técnica, pero meses después regresó a retomar el proceso.

No encontró a Chará, ni refuerzos de renombre, pero sí una nómina que se mantuvo en un gran porcentaje. En 2018 repitieron 19 de los inscritos que cayeron eliminados ante Flamengo y eso, a la par del mantenimiento de una idea de juego, es un factor clave para que los resultados se produzcan tarde o temprano como se están dando.

Aparte, Comesaña, siendo fiel a su tradición de haber sido significativo en la irrupción y consolidación en el profesionalismo de jugadores jóvenes como Valenciano, Teófilo, Bacca y Vladimir, este año ha sido fundamental en el salto al profesionalismo de valiosos activos del equipo como Ditta, Fuentes, Díaz y Moreno, para solo mencionar cuatro ejemplos.

Este año, lo reiteramos, se alcanzó un objetivo que antes no se había alcanzado: Llegar a dos finales al tiempo, una internacional, que aunque se perdió dejó el prestigio y el buen nombre de Junior intacto y en lo más alto; y una nacional que, aunque será difícil de alcanzar por el golpe anímico sufrido ante Paranaense, aún no se ha jugado y puede significar una octava estrella.

Puede leer: El que no los hace los ve hacer: Junior fue superior, pero Paranaense fue campeón

Más allá entonces de perder la cabeza, las directivas deben fortalecer lo que se ha hecho bien y persistir y continuar en una senda que más tarde que temprano debe representar títulos en el contexto suramericano.

Lo otro que es necesario es que la afición respalde más al equipo, pues en este año, salvo en las semifinales y finales, quedó en deuda. Hay que respaldar más a los jugadores y criticar menos, sobre todo de manera destructiva. Hay que rodear de afecto a Jarlan, Teo, Fuentes y que sientan, más allá del resultado el afecto de la afición.

Este equipo que a lo largo y ancho de Colombia y de Suramérica exhibió un excelente fútbol que puso a mucha gente a hablar positivamente de Barranquilla merece un espaldarazo y un fuerte aplauso.

Mención aparte para Comesaña. Aunque resistido por una parte de la afición, injustamente entre otras cosas, ha sido el único técnico que ha sido campeón como jugador (1977), como técnico en liga (1993) y en Copa (2017) y el único que nos ha llevado a semifinales de Libertadores (1993); de  Sudamericana (2017) y a la final de esta última (2018). Tampoco podemos perder de vista que en 2008 estuvo ahí para sacarnos del temido descenso y que las cuestionadas finales que se perdieron en 2009 (Caldas) y 2014 (Nacional) estuvieron mediatizadas por fallos arbitrales de Imer Machado.

Gracias Junior! Adelante Junior!

 

El que no los hace los ve hacer: Junior fue superior, pero Paranaense fue campeón

Asoportuaria sí cumplió con la contratación de los trabajos de dragado: Felfle