Si alguna vez se busca a un maestro del sarcasmo para un roast de celebridades, Ichiro Suzuki podría ser el indicado. Con una mezcla perfecta de ingenio, ironía y emotividad, el legendario jardinero japonés cautivó a todos durante su discurso de ingreso al Salón de la Fama del Béisbol este domingo.
Aunque la jornada comenzó con lluvias y un cielo encapotado que retrasó la ceremonia una hora, el clima dio un giro oportuno. El sol emergió justo a tiempo para acompañar un momento histórico en el que Suzuki se convirtió en el primer jugador nacido en Japón en recibir esta distinción.

Ichiro no estuvo solo en esta clase de exaltados. Compartió el escenario con el lanzador zurdo CC Sabathia, también elegido en su primer año de elegibilidad, y el cerrador Billy Wagner, quien logró ingresar en su décimo y último intento en la boleta de votación.
Durante su discurso, Suzuki no solo agradeció y reflexionó sobre su carrera, sino que también aprovechó para lanzar una sutil broma dirigida al único votante que no lo incluyó en su papeleta. “Tres mil hits o 262 en una sola temporada son logros que los escritores suelen reconocer. Bueno, todos menos uno”, dijo, provocando carcajadas en la multitud.
Remató el comentario con una frase cargada de humor: “Por cierto, la oferta para que el escritor cene en mi casa ha expirado”, acentuando la palabra expirado para mayor efecto cómico.
Así, con su característico aplomo y un toque de teatralidad, Ichiro demostró que su talento no se limita al diamante. Su discurso fue, sin duda, uno de los momentos más recordados de una jornada repleta de historia y emoción en Cooperstown.


