Diogo Jota, jugador del Liverpool, y André Silva, hermano de este y jugador del Penafiel, fallecieron en la madrugada del pasado jueves en un accidente de tráfico mientras viajaban rumbo a Santander donde iban a coger un ferri que les llevara a Inglaterra para que Diogo Jota se incorporara a la pretemporada del club red. Jota tomó esta decisión tras someterse a una cirugía pulmonar tras la que le recomendaron no viajar en avión.
Ambos futbolistas portugueses circulaban por la A-52 sentido Benavente en un Lamborghini Huracán que alquilaron para realizar el viaje. Según fuentes de la Guardia Civil, en el kilómetro 65, y mientras trataban de adelantar a otro vehículo, sufrieron un reventón en una rueda, se salieron la vía y el coche se incendió. Un accidente fatal que se llevó la vida de dos jóvenes sobre el que se empiezan a conocer los primeros detalles.
Fuentes conocedoras de la investigación, que se sigue llevando a cabo, aseguran que el informe pericial apunta a que el Lamborghini en el que viajaban circulaba superando la velocidad permitida en autovía (120 km/h) “en exceso”. Una conclusión a la que llegan los investigadores después de estudiar las marcas dejadas en la vía de una de las ruedas del deportivo de la marca italiana.
Este informe pericial, que aún se lleva a cabo, también asegura que, con todas las pruebas estudiadas hasta el momento, el conductor del vehículo siniestrado era el propio Diogo Jota.
Cortesía: Diario AS.