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¡Julio quédate, no te vayas nunca más!

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Resistido injustamente por algunos y amado por muchísimos más, Julio Avelino Comesaña López es un nombre indisolublemente ligado a Barranquilla y a la historia de la institución más amada y significativa para la ciudad: Junior.

Llegó en 1973 al cuadro tiburón proveniente de Millonarios y pronto se ganó por parte de Edgar Perea Arias el apodo de «El león de la media cancha», porque nunca daba una pelota por perdida. Ahí arrancó la historia del más grande técnico que haya pasado por la escuadra rojiblanca en todos los tiempos y será, indiscutiblemente, muy díficil para otro entrenador igualar al colombo uruguayo.

Campeón como jugador en la primera estrella del club (1977). Llega como técnico en 1991 y desde ahí y en una historia en la que aparece 8 veces como timonel del club, corona al equipo dos veces como campeón de Liga en 1993 (tercera estrella) y 2018 (octava estrella). También lo hace, por segunda vez, campeón de la Copa (2017).

Además, el nombre de Comesaña está ligado al prestigio y reconocimiento internacional del equipo, siendo el único en llevarlo a una semifinal de Libertadores (1994 ante Vélez de Argentina), a una semifinal de Sudamericana (2017 ante Flamengo de Brasil) y a una final de ese mismo torneo (2018 ante Paranaense de Brasil) pérdida, habiendo desplegado un gran fútbol, solo desde lanzamientos desde los 12 pasos donde sin lograr vencerlo el campeón lo doblegó.

Cómo olvidar además, que en 2008 llegó a rescatar a un equipo por primera vez amenazado por el fantasma del descenso o que en 2009 y 2014 llevó al equipo a dos finales de Liga ante Once Caldas y Nacional, en las que tuvo una nefasta incidencia el pito Imer Machado en el partido de ida en Manizales y en el de vuelta en Medellín.

Pero más allá, del frío tema de los resultados, Comesaña ha sido un técnico prolijo y generoso con el fútbol colombiano en la medida en que ha sido decisivo en darle oportunidades y consolidar carreras profesionales de estrellas de nuestro balompie.

Luis Amaranto Perea señalaba en una entrevista reciente con Hernán Peláez , que quien lo puso a debutar profesionalmente en el Medellín fue Comesaña. Igual en Junior, los nombres de Valenciano, Pacheco, Teófilo, Bacca y Vladimir, para solo mencionar cinco ejemplos, están marcados de una forma u otra por el hoy canoso Comesaña.

Este año no fue la excepción. Más allá de llevarnos a dos finales simultáneas en 2018 (un hito sin precedentes para el fútbol colombiano) Comesaña le dio la oportunidad a futbolistas que dejaron de ser promesas y hoy son realidad de nuestro fútbol como Luis Díaz, Wiler Ditta y Gabriel Fuentes, para no mencionar a Daniel Moreno que de a poco emerge.

Por todas las anteriores razones Barranquilla entera y aún sus detractores, si tienen la grandeza para hacerlo, deberían decir al unísono Gracias Julio. ¡Muchas Gracias!

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