Solo 18 minutos duró la ilusión de la parcialidad barranquillera en Copa Libertadores. Tucumán, un modesto equipo del fútbol suramericano, sin pergaminos y sin historia, sin necesidad de pisar el acelerador a fondo, desnudó todas las falencias de Junior y lo eliminó del certamen continental goleándolo 3 por 1.
El equipo tiburón arrancó bien, ejerciendo presión alta, recuperando y teniendo la pelota, pero demostrando su incapacidad para traducir la tenencia en profundidad y efectividad ofensiva.
Nuevamente el equipo barranquillero fue plano, insulso, sin sorpresa, sin cambios de ritmo, sin aprovechamiento de los espacios y perfectamente previsible. Razón tuvo la prensa argentina al calificarlo con algo de sorna como un equipo «light», intrascendente.
Solo 9 minutos fueron suficientes para que Tucumán volteara la serie a su favor. Al minuto 19 tras un mal doble despeje defensivo, Aliendro la empujó por el palo derecho de Viera para empatar la serie.
Casi inmediatamente (minuto 23) Tucumán saca ventaja cuando Menéndez cabecea un centro desde derecha, la pelota pega en el vertical izquierdo del arco defendido por Viera y el mismo delantero tiene la libertad para volver a rematar con izquierda ante la pasividad defensiva de los dirigidos por Gamero.
Sobre el minuto 28, sobreviene el tercer gol de la noche. Por izquierda ahora, Tucumán propicia un centro en la que todo el cuarteto posterior observa a la pelota atravesar el área y ante la no salida de Viera ni la reacción de ningún defensor, Zampedri cómodo y con derecha marca el lapidario 3 por 0.
A pesar de la necesidad Junior no reaccionó y siguió siendo el mismo equipo parco y desinteresado por el resultado que demostró carencia de convicción, actitud, jerarquía y autoridad.
Para el segundo tiempo Gamero decidió ingresar a Bernardo Cuesta en lugar de Leonardo Pico, que más allá de la confianza injustificada del técnico no ha demostrado un desempeño sobresaliente que amerite su titularidad.
En el minuto 49, Quiñones pierde una pelota en salida y propicia un contragolpe por derecha que finaliza con un pase atrás desde el área que Barbona desperdicia rematando arriba en una clara opción de gol.
El primer intento de Junior por el marcador llegó al minuto 57, cuando James Sánchez intenta un remate de media distancia desviado. Tres minutos después (60), Gamero ingresa a Edison Toloza en lugar de Jonathan Estrada quién era el que podía explotar con pelotazos su desmarque y velocidad, ganando la espalda de los rivales.
Siete minutos debieron pasar (64), para que nuevamente, a través de la fórmula de la media distancia, Jorge Aguirre probó con derecha, pero respondió bien Lucchetti volando a su ángulo derecho.
Tucumán pudo volver a ampliar el marcador a través de un remate (74) en el que salvó Viera. Dos minutos después (76), Junior ingresó a Sebastián Hernández por Jorge Aguirre. Sobre el 76 Cuesta remató sin peligro.
Finalmente sobre el minuto 83, llegó el tardío descuento de Junior. Toloza por derecha centra, la defensa argentina da rebote y Sebastián Hernández le pega de primera para el 3 por 1 que colocaba a Junior a 1 gol de pasar a la siguiente ronda.
El golpe de suerte, estuvo a punto de dársele a Junior cuando a dos minutos de agotarse el tiempo reglamentario (88) Aponzá de media vuelta remata, pero salva Lucchetti lanzándose y atajando a su palo derecho.
Al final a Junior no le alcanzó porque careció de una propuesta futbolística elaborada. Junior volvió a dar ventajas por los costados, con sus centrales y volantes de recuperación. No se asumió la Libertadores con los refuerzos que las circunstancias ameritaban y se desechó gran parte de la base que venía actuando por darle cabida a jugadores que no se conocen entre sí.
