Junior no tuvo tiempo de celebrar tras el contundente triunfo 4-1 ante el Deportivo Independiente Medellín en el partido de ida de la gran final la Liga Colombiana.
A las 2:30 de la madrugada del domingo, el equipo barranquillero emprendió su viaje a Curitiba, Brasil, donde el próximo miércoles enfrentará al Atlético Paranaense, en el partido de vuelta por la Final de la Copa Sudamericana.
El conjunto barranquillero viajó en un vuelo chárter desde el aeropuerto Ernesto Cortissoz, cargado de sueños e ilusiones y reforzado por el envión anímico que representa el triunfo en casa, ante más de 40 mil hinchas.
Aunque el partido de ida de la Sudamericana, en el estadio Metropolitano, terminó empatado a un gol, el conjunto tiburón tiene la fe intacta en conseguir un triunfo en territorio brasileño para regresar con su primer trofeo continental.
Luego de seis horas y 14 minutos de un vuelo sin mayores sobresaltos, Junior y toda la delegación barranquillera aterrizaron en el aeropuerto internacional de Curitiba y una vez realizado el trámite de migración se dirigieron al hotel de concentración para iniciar la recuperación, tras una semana intensa, con dos finales en casa.