El estadounidense Sepp Kuss, campeón por sorpresa el año pasado en la Vuelta ciclista a España, aspira a repetir éxito en una edición que se presenta muy abierta y en la que el esloveno Primoz Roglic, tres veces ganador de esta ronda, intentará aprovechar sus oportunidades.
Ninguna de las tres superestrellas del momento, Tadej Pogacar, Jonas Vingegaard y Remco Evenepoel, decidieron este año incluir la Vuelta en su programa, lo cual quita ‘glamour’ a la prueba pero añade emoción por la incertidumbre.
Kuss, habitualmente secundario en el Jumbo-Visma, se llevó la pasada Vuelta y será sin duda el líder este año en el equipo neerlandés.
El escalador de 29 años ha tenido hasta ahora una temporada complicada, pero ha ganado confianza al llevarse la Vuelta a Burgos, después de haber sido baja en el Tour de Francia por el covid-19.
«Voy a empezar esta carrera con una preparación diferente a la de años anteriores. Antes de todo, quiero disfrutar de las próximas semanas (…) No me veo claramente como un gran favorito para la victoria en la general», avisó de cara a la salida de esta Vuelta, que tendrá lugar el sábado en Lisboa.
«Estoy listo para guiar al equipo en la Vuelta, pero no siento presión. Espero ir de menos a más en la carrera hasta encontrar el ritmo adecuado», afirmó Kuss, que dijo que correrá «como un orgulloso vigente campeón».
Cortesía: AFP