Agregar a un jugador del calibre de Kevin Durant era una oportunidad demasiado valiosa para que los Rockets de Houston la dejaran pasar, incluso si ello significaba dejar ir a Jalen Green, solo cuatro temporadas después de haberlo seleccionado en la segunda posición del draft.
Durant fue adquirido oficialmente de Phoenix el domingo en una complicada transacción de siete equipos que envió a Green y Dillon Brooks a los Suns y trajo de regreso a Clint Capela a Houston desde los Hawks.
Rafael Stone, gerente general de los Rockets, está encantado de agregar al futuro miembro del Salón de la Fama, quien cumplirá 37 años en septiembre, a un equipo que dio un gran salto la temporada pasada para obtener el segundo puesto en la Conferencia Oeste.
Cuando se le preguntó el lunes por qué quería agregar a Durant al equipo, Stone sonrió ampliamente antes de responder.
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