Los Golden State Warriors cayeron este lunes, en el programa especial de partidos de la NBA por el Día de Martin Luther King, en su visita al campo de los Memphis Grizzlies (116-107), y en el regreso de Draymod Green tras cumplir su suspensión por darle un manotazo en la cara a Jusuf Nurkic en un duelo ante los Phoenix Suns.
Green volvió a competir con los Warriors tras una ausencia de 16 partidos, trece de ellos de suspensión ordenada por la NBA y tres para recuperar ritmo competitivo tras más de un mes sin saltar a la pista.
El ala pívot no jugaba desde el 12 de diciembre y regresó de forma positiva, con siete puntos, siete rebotes, cuatro asistencias y un robo en 23.30 minutos en pista.
Se quedó fuera del quinteto alineado por Kerr, pero regresó por primera vez a la pista con 6.10 minutos por jugar en el cronómetro del primer período.
El ala pívot fue suplente con los Warriors por primera vez desde marzo de 2022 y, tras saltar a la pista, conectó sus dos primeros tiros.
Sin embargo, el equipo de la Bahía se quedó corto en Memphis.
Los hombres de Kerr tienen un balance de 18-22 y perdieron cuatro de sus últimos cinco partidos, esta vez ante unos Grizzlies lastrados por las lesiones, encabezadas por la de Ja Morant, quien ya terminó su temporada por un problema en un hombro.
El mejor de los Warriors fue Steph Curry, con 26 puntos, mientras que Jonathan Kuminga aportó un doble doble de 20 puntos y once rebotes.
Los Grizzlies sellaron su victoria con un gran cuarto período, en el que tomaron las riendas del partido con un contundente parcial de 11-2 culminado con un triple de Luke Kennard para el 106-96.
Los Grizzlies conectaron 20 triples, por los diez de los Warriors, y se regalaron un gran triunfo pese a una interminable lista de bajas. Además de Morant, no pudieron contar con Marcus Smart ni Desmond Bane, quienes se suman a la ya conocida baja de Steven Adams (regresará el próximo curso).
Vince Williams firmó 24 puntos, mientras que GG Jackson, novato de 19 años, aportó 23 puntos y cinco triples saliendo del banquillo.
Cortesía: EFE