Decenas de miles de hinchas copando cada espacio verde del campo de juego con su indumentaria celeste y blanca. Abrazos, emoción y baile de los jugadores en la zona de vestuarios y fervor popular de todos los fanáticos del Citizen son las postales de un club que hizo historia: Manchester City es el primer tetracampeón de la historia de la Premier League y lo festeja con mucha alegría, acorde a tamaña gesta.
El Etihad Stadium se vistió de gala para vibrar con el triunfo por 3 a 1 sobre West Ham que sentenció el final de un torneo apasionante, en el que el ganador sacó apenas dos puntos más que su escolta, Arsenal (91 a 89). Sin dudas, un desenlace cabeza a cabeza que quedará en la memoria.
Allí estaba Pep Guardiola, vestido como un futbolista más y exhibiéndole a cada cámara que lo enfocase una mano abierta y el índice de la otra. Las seis ligas conquistadas en siete años (y las últimas cuatro de forma consecutiva) son la coronación de un estilo de conducción que marca una época en el fútbol inglés, luego de revolucionar la Liga de España con Barcelona y un equipo de ensueño, y encadenar tres títulos de la Bundesliga en Bayern Munich, durante su experiencia en suelo germano.
Julián Álvarez, consciente de que su papel fue aún más preponderante que el de hace un año, en su primera temporada y su primer título de liga con el City, también celebró a lo grande y en varias fotos posó con Rodri. A los 24 años, la Araña ya tiene 15 títulos, contabilizando Mundial y Copa América con la selección argentina y todos los importantes con el City y con River: Liga argentina, Premier League, Champions League, Mundial de Clubes y Copa Libertadores, entre otros. Y todos sus compañeros se unieron al baile en los festejos íntimos del vestuario, que se viralizaron en las redes del club y las de los propios jugadores.
Un hecho llamativo e infrecuente se dio cuando el plantel levantó la copa de campeón. En lugar de escucharse el tradicional himno de Queen, We Are The Champions, los propios futbolistas iniciaron un espontáneo “Cam-peones, Cam-peones, olé, olé, olé”, muchísimo más frecuente en España que en los estadios de Inglaterra. Sin dudas, un signo de esta época hiperglobalizada.
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