Alex Morgan conversaba con la prensa en el Mundial femenino, cuando tuvo que disculparse para hablar mediante Facetime con su hija pequeña. Había llegado la hora de que la menor se fuera a la cama en Estados Unidos.
Fue simplemente otro día en la vida de una madre trabajadora, en este caso dentro del fútbol. Es la misma situación de la australiana Katrina Gorry o de la jamaiquina Cheyna Matthews.
Ha habido muchas deportistas que han tenido que hacer malabares ente la maternidad y su actividad profesional. Pero el nivel de apoyo que reciben las madres participantes en el Mundial de fútbol está mejorando.
Charlie, la hija de Morgan, se ha unido ahora a su madre en el Mundial, mientras Estados Unidos se prepara para su partido de octavos de final ante Suecia, el domingo en Melbourne.
Cortesía: AP Deportes.