Armand Duplantis, el atleta más icónico del momento con permiso de Noah Lyles, ha batido ayer en el Stade de France el récord del mundo de pértiga con un salto de 6,25, logrado en su tercer intento. Es la novena vez que el sueco establece una plusmarca mundial desde su primer récord en febrero de 2020.
Entonces superaba los 6,17 metros, batiendo por un centímetro el registro que su amigo y mentor Renaud Lavillenie tenía desde 2014. El pertiguista francés había presenciado la final junto a los padre del genio nórdico, que tras batir el récord salió escopetado a comerse a besos a su novia Desire.
Duplantis afrontaba la final con la tranquilidad de su aplastante superioridad en una temporada en la que sólo otro pertiguista había superado la barrera de los seis metros, el estadounidense Christopher Nilsen, que además no había superado la criba de la calificación tras cometer tres fallos sobre 5.60.
El sueco, en cambio, no lleva ni un sólo salto nulo por debajo de los seis metros desde el Mundial indoor de Glasgow del pasado mes de marzo, cuando necesitó tres intentos para superar los 5,85.
Poco después, el 20 de abril, batiría por octava vez el récord mundial de su especialidad en la reunión de Xiamen (China), primera cita de la Liga de Diamante.
Ayer lunes soleado y sin viento en la capital francesa, justo las condiciones que agradecen los pertiguistas a la hora de saltar, ‘Mondo’ empezó con un vuelo de 5,70 metros en el que el listón ni se dio por aludido.
El sueco renunciaba a saltar sobre 5,80 y regresaba al pasillo sobre 5,85, una altura que tampoco representaba el menor reto. Tras una segunda renuncia sobre 5,90 y con aún cinco rivales en competición, Duplantis superaba limpiamente los 5,95. Entrábamos ya en territorio vedado para los ‘mortales’, al menos este 2024.
Sam Kendricks, el otro pertiguista que había superado los 5,95, fallaba sus tres intentos sobre 6.00 -el bronce era para el griego Emmanouil Karalis con 5,90- y dejaba el espectáculo final en manos del bueno de Armand, que tras superar a la primera esos 6 metros y los 6,10, récord olímpico, pedía que el listón se situara sobre 6,25…
Los dos primeros intentos, con una grada entregada a Duplantis, habían sido nulos claros -en ambos casos derribó el listón con las rodillas-. Además, entre ese primer y segundo salto se había producido la ceremonia de entrega de medallas de los 100 metros masculino. Cosas del protocolo.
Ya en el tercero, con los decibelios por las nubes, Duplantis superaba el listón limpiamente y desataba la locura. La celebración acabó con el disc jockey poniendo ‘Dancing Queen’ a todo volumen, sin duda un guiño a la nacionalidad de nuestro protagonista. La primera gran fiesta del atletismo olímpico en París había sido memorable.
Supera a Bubka
Duplantis es el segundo pertiguista con dos oros olímpicos. El único hasta ahora era el estadounidense Bob Richards, que había logrado sus victorias en Helsinki 1952 y Melbourne 1956.
Ni siquiera el gran Sergey Bubka pudo igualarlo. El ucraniano se perdió los Juegos de Los Angeles de 1984, el año que lograba sus cuatro primeros récords mundiales, por el boicot soviético y se coronaba en Seúl 1988.
Luego llegaron el ‘accidente’ de Barcelona 1992, cuando cometió tres nulos en su primera altura (5,70 y 5,75) de la final, la lesión en el talón de Atlanta 1996 y los tres nulos en la calificación de Sidney 2000.
Duplantis en cambio ha logrado su segundo oro olímpico a los 24 años. El saltador nórdico criado en Louisiana (Estados Unidos) no pierda una gran competición desde el Mundial de Doha de 2019, cuando fue batido por Sam Kendricks.
Desde entonces suma dos oros olímpicos, cuatro mundiales -dos al aire libre y otros dos en pista cubierta-, dos coronas europeas al aire libre y otra más indoor. En total, nueve títulos consecutivos que ejemplifican su insultante dominio.
Cortesía:MARCA.com
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