El neerlandés Max Verstappen (Red Bull) logró este año su cuarto Mundial de Fórmula Uno (seguido), el más largo de la historia, que se cerró el domingo con la vigésima cuarta carrera, el Gran Premio de Abu Dabi, en el circuito de Yas Marina, donde ganó el inglés Lando Norris, asegurando el campeonato de constructores para McLaren: un título que la escudería de Woking no ganaba desde 1998.
En la capital de los Emiratos Árabes Unidos, el español Carlos Sainz -que cerró sus cuatro años con Ferrari con un brillante segundo puesto- certificó la quinta plaza del certamen (a dos puntos de la cuarta); antes de probar, esta semana y en idéntico escenario, el coche de Williams, su nuevo equipo: en principio, para las dos próximas temporadas. Al talentoso piloto madrileño, de 30 años, lo sustituirá en el equipo de Maranello el inglés Lewis Hamilton, que disputó su última carrera con Mercedes, escudería con la que festejó seis de sus siete títulos mundiales.
Verstappen, de 27, había ganado siete de las diez primeras carreras -la séptima de ellas en el Gran Premio de España, en Montmeló (Barcelona)-, pero al astro neerlandés se le empezó a complicar el campeonato cuando, con un coche inferior al dominante McLaren, no ganó ninguna de las siguientes diez.
El Mundial dio un giro radical en Brasil. Norris, que también se había anotado el sprint, firmó la ‘pole’ en Interlagos, en una sesión de calificación que el ídolo de los Países Bajos había acabado decimoséptimo. Pero cuando el certamen parecía estar a punto de alcanzar un muy elevado nivel de emoción, apareció el auténtico ‘Mad Max’; que, colosal bajo la lluvia, ganó el Sao Paulo una carrera que Lando acabó sexto.
Verstappen le asestó ese día, en el Autódromo José Carlos Pace, la estocada psicológica a un Mundial que dejó resuelto matemáticamente en Las Vegas (EEUU) y al que puso la guinda con la novena victoria del año en Qatar; antes de concluir con un sexto puesto en la pista en la que hace tres años destronó a Hamilton; que en Yas Marina finalizó cuarto su última carrera con Mercedes, con la que festejó ocho títulos de constructores seguidos.
En la capital de los Emiratos Árabes Unidos quedaba por decidir el Mundial de constructores -en el que McLaren defendía 21 puntos sobre Ferrari- y el subcampeonato de pilotos -Norris llegaba con ocho puntos de ventaja sobre el monegasco Charles Leclerc, el compañero de Carlos-. Al final, los de Woking sumaron catorce puntos más que los italianos (666-654) y se hicieron con un título que no ganaban desde el siglo pasado. Y Lando, de 25 años, aseguró el segundo puesto de pilotos, elevando la diferencia a 18 unidades sobre Leclerc.
Cortesía: EFE