El Papa Francisco pidió este miércoles esperanza «para todo el continente americano, donde diversas naciones están pasando un período de agitaciones sociales y políticas» y aliento para «el pueblo venezolano largamente probado por las tensiones», durante su tradicional mensaje de Navidad.
En la plaza San Pedro del Vaticano, el papa Francisco comenzó su mensaje observando que «hay tinieblas» en los corazones humanos, en las relaciones personales y las familias y en los conflictos económicos, geopolíticos y ecológicos, pero añadiendo «que más grande es la luz de Cristo».
También dijo que, Cristo «inspire a los gobernantes y a la comunidad internacional para encontrar soluciones que garanticen la seguridad y la convivencia pacífica de los de la región y ponga fin a los sufrimientos».
Además dio un mensaje de aliento al pueblo venezolano, «que aliente al querido pueblo venezolano, largamente probado por las tensiones políticas y sociales, y no le haga faltar el auxilio que necesita».
Finalmente en su repaso por los conflictos actuales, el Papa recordó la guerra en Siria, la situación en Líbano e Irak y mencionó también a aquellos que son perseguidos a causa de su fe y «especialmente los misioneros y los fieles secuestrados, y para cuantos caen víctimas de ataques por parte de grupos extremistas, sobre todo en Burkina Faso, Malí, Níger y Nigeria».