La Fundación para el Desarrollo del Caribe –Fundesarrollo– presentó este lunes el primer tomo de una serie de análisis sobre la pobreza monetaria en el Caribe colombiano, el análisis da cuenta que específicamente en las ciudades capitales de la región, la pobreza monetaria afectó a 1,8 millones de personas en 2024, lo que equivale al 11% del total nacional. A esta cifra se suma una amplia población en situación de vulnerabilidad, abarcando, entre ambas clases sociales, más del 60% de los habitantes del Caribe.
El informe señala que, en 2024, el Área Metropolitana de Barranquilla concentraba el 35% de los pobres del Caribe. Sin embargo, la capital del Atlántico registró la tasa más baja de la región, mientras que Riohacha la más alta, con una brecha de 18,5 puntos porcentuales entre ambas.
De acuerdo con Fundesarrollo, esta disparidad demuestra que la pobreza en el Caribe no es homogénea y que cada territorio enfrenta realidades distintas, haciendo necesario diseñar soluciones diferenciadas y ajustadas a cada contexto.
Según los datos revelados, el 53% de la población pobre son mujeres. Esto, señala la entidad, podría estar asociado a un menor acceso al mercado laboral y a una mayor carga de responsabilidades de cuidado en el hogar. Así mismo, la pobreza afecta predominantemente a los jóvenes, lo que refleja un riesgo de perpetuar ciclos intergeneracionales de desigualdad.
El documento también analizó el Índice de Envejecimiento en 2024, que mide la relación entre la población mayor de 60 años y la menor de 15. Las ciudades del Caribe se ubican en un punto intermedio del indicador, por debajo del promedio nacional, reflejando, según la entidad, una transición demográfica marcada por el doble desafío de reducir la pobreza entre los jóvenes y atender al mismo tiempo las crecientes demandas de la población mayor.
A partir de este panorama, el centro de pensamiento presenta una serie de recomendaciones: Fortalecer la coordinación intergubernamental mediante plataformas de gobernanza territorial integradas, Implementar rutas laborales que combinen formación técnica, acompañamiento psicosocial, incentivos a empleadores y esquemas de cuidado (guarderías comunitarias), implementar políticas integrales para la primera infancia, educación y transición al empleo juvenil con enfoque territorial, lanzar una estrategia dual: invertir en capacidades juveniles mientras se prepara la economía local para el envejecimiento.
Con esta publicación, Fundesarrollo busca ofrecer una radiografía precisa y actualizada de la pobreza monetaria en la región Caribe colombiana, aportando al debate público y al diseño de políticas diferenciadas que respondan a los desafíos locales. El próximo tomo abordará las características de los hogares en situación de pobreza y, posteriormente, el tercero analizará su relación con el mercado laboral.


