Con pañuelos blancos y un profundo silencio, el cuerpo del senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay ingresó la noche de este lunes al Salón Elíptico del Capitolio Nacional, donde permanecerá en cámara ardiente hasta el miércoles.
El féretro llegó pasadas las 9:00 p.m., acompañado por su esposa, María Claudia Tarazona; su hermana, María Carolina Hoyos; familiares y amigos cercanos. A su llegada, senadores, dirigentes políticos como el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, y diversas personalidades del país se unieron al homenaje levantando pañuelos blancos, símbolo del anhelo de paz que el político defendía.
Las lágrimas de su esposa, las de su padre, Miguel Uribe Londoño, y los abrazos con sus hijastras conmovieron a los asistentes, en un acto cargado de emotividad tras más de dos meses de espera por su recuperación.
María Claudia Tarazona, esposa de Uribe Turbay, envió un conmovedor mensaje desde el Congreso y pidió que se haga justicia por él para que el país pueda vivir en paz.
Recalcó que la mejor manera de honrarlo es a través de la «unión, paz y amor».
«Rechazo cualquier acto de violencia o de venganza por la muerte de Miguel. Ojalá se haga justicia”, expresó.
De acuerdo con las mesas directivas del Senado y la Cámara de Representantes, el acceso al Salón Elíptico estará abierto este martes para el público desde las 8:00 a.m. hasta las 6:00 p.m. El miércoles, al mediodía, el cuerpo será trasladado a la Catedral Primada de Colombia para las exequias.
El lugar que hoy acoge el féretro de Uribe Turbay fue escenario en el pasado de homenajes a su abuelo, el expresidente Julio César Turbay (1978-1982), fallecido en 2005, y recientemente a su abuela, Nydia Quintero, quien murió el 30 de junio de este año.


