El Decreto 1197 del 14 de noviembre, expedido por el Ministerio de Comercio, tiene como finalidad que la industria del sector textil reduzca costos de producción mediante la disminución en el precio del hilo sintético y el algodón. Sin embargo, podría tener una contrapartida arancelaria para el 31 % de las exportaciones de estos productos.
La Cámara Colombo Americana (AmCham) advirtió al Gobierno Petro que el TLC con Estados Unidos estipula que el hilado, el tejido o las confecciones deben ser, en esencia, de Colombia o de Estados Unidos.
No obstante, si se utilizan hilados provenientes de países sin TLC, como China o India, la prenda pierde el beneficio arancelario. En esos casos, el producto pasa a pagar el arancel de Nación más favorecida (NMF), que suele ubicarse entre 15 % y 20 %.
“Estudios sectoriales y estimaciones ampliamente utilizadas sitúan el promedio de arancel NMF para diversas prendas de vestir en torno al 18,3 %, lo que confirma que se trata de uno de los segmentos con mayor carga arancelaria de la economía estadounidense”, agregó AmCham.
A esta tarifa se suma el 10 % recíproco derivado de las órdenes ejecutivas firmadas este año por Donald Trump.
“Es decir, incluso cuando un producto entra con arancel 0 % por TLC, igual debe pagar el 10 % recíproco; y si no cumple origen y pasa a NMF, pagará el arancel pleno más ese 10 %”, explicó la Cámara Colombo Americana.
En promedio, un exportador que utilice hilados procedentes de India o China pagaría un arancel cercano al 28,3 %, sumando el NMF y el recargo recíproco.
Estados Unidos representa alrededor del 31 % de las ventas externas del sector textil y confecciones colombiano.
AmCham advirtió que cualquier aumento en la carga arancelaria podría traducirse en una reducción de la rentabilidad, pérdida de contratos y menor participación en un mercado clave para la industria nacional.


