Los tenderos de Barranquilla y un amplio sector de los comerciantes de la ciudad se declararon en alerta por la entrada en vigencia plena a partir de este martes del nuevo Código de Policía.
Los comerciantes temen que las facultades sancionatorias que le da el Código, a la Policía, terminen en casos de corrupción y causen daños económicos a los comerciantes.
Dina Luz Pardo, de Asocentro, declaró que temen un abuso por parte de los uniformados, ya sea por desconocimiento o por extralimitación; y pidió que la Alcaldía reglamente urgentemente la ley, antes de que se ocasione un daño material a los comerciantes del Centro, en el tema del uso de suelo, ya que los permisos están suspendidos.
Orlando Jiménez, presidente de Undeco, también pidió una reglamentación especial por parte de la Alcaldía en el tema del consumo de licores en esos negocios, para que se tenga en cuenta la cultura caribeña de los barranquilleros.
Por su parte, el concejal Carlos Meisel, invitado a la reunión de los gremios de comerciantes, manifestó que vía decreto, la Alcaldía puede modificar el Cogido de Policía y aseguró que, con algunas medidas, la Alcaldía y, en especial, la Secretaría de Espacio público está acorralando a los comerciantes formales.
Este lunes se acabó la etapa pedagógica que contemplaba la norma y la Policía queda facultada desde este martes, para aplicar los comparendos y las sanciones económicas a las violaciones en que incurran los comerciantes.
